sábado, 19 de junio de 2010

Calle Larios-Málaga

Calle Larios. Málaga
Cuadro pintado en 2.009
Acrílico sobre lienzo

Breve historia:

El primer proyecto para la apertura de Calle Larios fue realizado por el ingeniero José María Sancha, aunque fue más tarde modificado. Ese primer proyecto trazaba la calle que partía como ahora desde la Plaza de la Constitución, pero discurría por las calles Toril, Salinas, Desengaño (actual Strachan), Plaza del Obispo, Sancha de Lara y San Juan de Dios.

La nueva calle sería inaugurada siendo entonces alcalde Sebastián Souvirón Torres, el 27 de agosto de 1891. La bendición corrió a cargo del obispo de la diócesis Marcelo Spínola y Maestre, más tarde nombrado Arzobispo de Sevilla.

El 1 de mayo de 1880, siendo alcalde de Málaga el cartameño Alarcón Luján, el Ayuntamiento hizo públicas las bases de una sociedad anónima para promover la construcción de la Calle Larios en su honor. El capital de la misma se fijó en un millón de pesetas, que se distribuyeron en cuarenta acciones de 25.000 pesetas cada una, y que fueron adquiridas por la familia Larios en su mayoría, haciéndose esta cargo del proyecto. En agradecimiento el ayuntamiento levantó un monumento al Marqués de Larios. Con la proclamación de la Segunda República en 1931 la calle fue renombrada como Calle 14 de abril, siendo la estatua que lo homenajeaba derribada por la multitud y arrojada al mar. En su lugar se colocó la estatua del obrero que hasta entonces se encontraba a los pies de la estatua del marqués.

Tras el fin de la Guerra Civil con la victoria de Franco, se le devolvió el nombre original a la calle y la estatua del marqués fue recuperada del mar y recolocada en su posición, situación que se mantiene en la actualidad, constituyendo una de las imágenes más típicas y reconocidas de la ciudad de Málaga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante perspectiva, donde el agua juega a tamizar con reflejos el paisaje urbano.Colores lévemente metálicos en un entorno luminoso y diáfano a los elementos arquitéctónicos.

Anónimo dijo...

Me encanta esta pintura, cuántas veces la he recorrido de pequeño y cuánto me recuerda a mi padre. Gracias por saber transmitir de una forma tan linda lo que ven tus ojos Mel.